20 de mayo de 2010

Se quedó en el segundo tiempo y ahora debe ganar todo lo que queda

Los verdes cayeron por 85 a 74 en el Orfeo y están 3-1 abajo en la serie final de la Liga. Los marplatenses ganando un juego de los tres posibles serán campeones de la Liga Nacional.

Había dos jugadores que tenían que dar la cara, aparecer por urgencia y necesidad en Peñarol. Ellos eran Leo Gutiérrez y Kyle Lamonte. Leo luchó contra todo, contra los agravios del público local, contra sus propios nervios, contra las virtudes de la defensa rival para detenerlo y sobre todo contra sí mismo. Y ganó, una vez más.

Sus 20 puntos en el primer tiempo fueron la única excusa que podría haber presentado Peñarol para no terminar tan maltrecho en la diferencia, luego, en el segundo período acompaño la tarea integral del resto de sus compañeros para dar vuelta la historia.



Atenas por su parte tenía controlado el juego y se trabó. Sufrió la salida de Cantero y fue víctima de la presión que impuso la visita, que lo ahogó y lo terminó destruyendo.



El primer cuarto pareció ser un juego de rachas, con dominios en ofensiva que se iban prestando por segmentos. En líneas generales Atenas fue más contundente sobre todo por la puntería de Locatelli (4/5 en triples), sobrepasando la marca de Kyle Lamonte, que no lo podía agarrar (en dos triples lo perdió) y por el contrario, el extranjero de Peñarol no produjo nada en ataque (0/5 de campo).



La distancia final del primer cuarto (25-21) es la consecuencia de dos ofensivas con mucho gol, donde Leo Gutiérrez sostuvo a su equipo (11 pts) pero no hubo una mano amiga que lo ayudara en ataque.

Los árbitros pitaron rápido dos faltas técnicas cruzadas, una entre Leiva y Kanté y la otra entre Cantero y Rodríguez, para evitar desde temprano cualquier foco de conflicto.



Las dos faltas de Leiva (un técnico) lo sacaron de la cancha, privando a Peñarol de su pivote titular. Situación similar a la que vivió Juan Pablo Cantero que debió salir por dos faltas (una técnica). Atenas sumó puntos en el juego interior solo de tiros libres con dos de Kanté y cinco de Lo Grippo, pero el acompañamiento ofensivo de White (6) fue muy importante.

En el inicio del segundo cuarto Atenas se distanció a 7 (30-23), pero Peñarol se acercó (30-30) con la participación destaca de Marcos Mata. El “Huevo” Sánchez probó por primera vez con la doble base entre Cantero y Figueroa mientras el “Oveja” Hernández insistía con Lamonte, quien lució apagado todo el primer tiempo (1 pt. con 0/8 de cancha)



Luego Peñarol también apostó por la doble base con Campazzo subiendo el balón y Tato Rodríguez de escolta, pero no hubo forma para el equipo marplatense de llegar a tener gol con los perimetrales. Salvo Marcos Mata que encontró sus espacios para llevar un poco de oxígeno a la ofensiva.

El control del juego que mostró Atenas en el primer tiempo lo empezó a cristalizar en la segunda mitad del segundo cuarto, cuando Figueroa en acciones individuales metió 10 puntos de gran factura, más la llegada con fuerza en el juego interior de Osella y White, para tomar 11 puntos de renta (45-34) y conservarlo casi hasta el final del segmento.

La última aparición ofensiva de Leo Gutiérrez en el primer tiempo (20 pts) ayudó que su equipo descontara un poco la diferencia (50-43) en un tanteador llamativamente alto. Atenas lastimando preferentemente con triples (7-14) más que con dobles (7/18) mientras Peñarol repartía el goleo entre los dobles (10/20) y Libres (14/20) más que con en triples (3/10).

Para el tercer cuarto el conjunto de Sergio Hernández salió dispuesto a dar vuelta por completo primero su imagen y después el partido. El técnico dispuso una formación muy defensiva y extraña con Alejandro Diez de alero al lado de Leo y Reinick. Subió la defensa Campazzo para ahogarlo a Atenas en la salida y el equipo cordobés cayó en la trampa.

Los primeros cinco minutos fueron fatales para las aspiraciones griegas. Hubo un solo equipo en la cancha. La visita estableció un parcial 13-0 en donde Atenas perdió 5 balones (5 recuperos de Peñarol) y no tuvo forma de atacar el aro con alguna coordinación efectiva.

Después del minuto de Oscar Sánchez otra vez buscó soluciones en la doble base y con un sprint 10-0 tomó la delantera nuevamente (60-56) con 5 pts de White y 5 de Lo Grippo. El tercer cuarto ardía, el partido se puso muy tenso pero la emoción de las rachas y el vuelco táctico del partido fueron evidentes.

Desde allí se disputaron punto a punto el cierre del tercer cuarto al que Atenas arribó ganado por 5 (66-61) pero Peñarol, aunque ya no tenía los puntos de Leo (solo dos en el tercer cuarto) tuvo acciones más repartidas en ofensivas y más propia de su equipo.

El partido venía de alto goleo y en un juego así el que se equivoca tres veces seguidas en ataque le arma la posibilidad al rival y ese fue Atenas, que dependió exclusivamente del tiro de tres puntos en el último cuarto con pésimos porcentajes (1/9 en triples). Para colmo de males en Atenas se desgarró Juan Pablo Cantero y su equipo se privó de un jugador que suele aparecer con gol en los finales cerrados, llevando obligatoriamente a Atenas a desgastar a Figueroa como único base y utilizar una media cancha alta.

Peñarol de apoco se fue adueñando de la situación, haciéndose cada vez fuerte mentalmente, sacando el espíritu ganador que lleva este equipo dentro y cambiando el semblante por completo. Una vez que se dio cuenta que lo podía ganar no dejó pasar la oportunidad. Ha sido la gran virtud de este equipo todo el año.

Sergio Hernández estuvo con la rienda corta y metió muchos cambios para mantener la intensidad defensiva. Y justamente fue la defensa individual del equipo la que obligó a Atenas a tomar una y otra vez malas decisiones. Lo obligó a jugar muy perimetral y sin que lastime en la zona pintada. Allí, Diez (4 reb) y Leiva (4 reb) en el último cuarto cerraron su canasto.

El técnico local dispuso el reingreso de Locatelli pero Manu ya no fue el mismo del primer tiempo y Ferrini junto a Romero lucieron apagados en ataque. Los aleros que en el juego tres de la serie habían sido determinantes esta vez no lograron mantener la performance. Con apenas 8 puntos en el último cuarto y 24 en total en el segundo tiempo, Atenas vio como ese primer tiempo de ensueño se convertía en cenizas y se volvía una pesadilla.

Ahora Peñarol tiene la chance de definir la serie, el campeonato y su título tan ansiado el martes como local. Pero más allá de la oportunidad que se le presenta se demostró a sí mismo que puede salir de situaciones límites con inteligencia, capacidad y lucha. Virtudes que te sacan campeón.

Síntesis
Atenas (74):
Juan Pablo Cantero 3, Juan Manuel Locatelli 15, Albert White 17, Diego Lo Grippo 16 y Djbril Kante 2 (inicial); Juan Pablo Figueroa 12, Diego Osella 5, Cristian Romero 3 y Federico Ferrini 1. DT: Oscar Sánchez.

Peñarol (85): Sebastián Rodríguez 3, Kyle Lamonte 11, Marcos Mata 16, Leonardo Gutiérrez 25 y Martín Leiva 10 (inicial); Alejandro Diez 6, Facundo Campazzo 9 y Alejandro Reinick 5 (X). DT: Sergio Hernández.

Parciales: 25 – 21 / 50 – 43 / 66 – 61.
Árbitros: Estevez – Chiti – Fernández.
Estadio: Orfeo (9000 personas).
Serie: Peñarol, 3 – 1.

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