“Despierten chicos”, les gritó Oscar Sánchez a sus jugadores. Pero Atenas demoró en reaccionar y se complicó en las semifinales de la Liga Nacional. Cayó 93 a 84, perdió la ventaja de campo y está obligado a ganar en Paraná, donde seguirá la llave el miércoles y el viernes, para seguir con vida.
La visita jugó de manera excelente y llegó a sacar una luz de 24 puntos; 69 a 45 en 8 minutos del tercer cuarto y llegó al segmento decisivo al frente por 77 a 56. Recién ahí llegó la reacción de los verdes. De la mano de Juan Pablo Cantero, Federico Ferrini, Juan Pablo Figueroa y la buena tarea de Djibril Kante empezó a achicar, con mucho corazón, y hasta con algo del juego que la faltó en el resto del cotejo.
Descontó a 6 (80-86) restando 1’40, aunque Sionista, liderado por Javier Martínez, aseguró el triunfo y se llevó de Córdoba la ventaja de local. En su casa, tiene la chance de llegar por primera vez a la final de la Liga. Claro que Atenas estará al frente, con toda su historia a cuesta, tratando de recuperarse y regresar al Cerutti para alcanzar la serie definitoria.
Ansioso, nervioso y confundido se mostró el elenco griego en la mayor parte del partido. Sionista lo confundió y lo maniató con su gran defensa. Después de un primer cuarto parejo, que terminó igualado en 21, lo mejor de Atenas fueron el 1’20 del segundo período, con un parcial de 7-0 para tomar el mando 28-21. Hasta ahí. La visita respondió rápido con un parcial de 10-0, llenando de nervios a los cordobeses, que sufrieron 7 perdidas en el primer tiempo y tuvieron otra vez un escaso porcentaje de 59 por ciento en tiros libres (13/22).
Pero lo peor no había pasado para los dirigidos por Sánchez. Sionista se mostró a pleno en el inicio del tercer cuarto, mientras Atenas desperdició una y otra chance, permitiendo correr y anotar en velocidad a los entrerrianos.
Además, en los ataques estacionados, la visita tuvo variantes y sacó la máxima ventaja de 24. Tarde, pero despertó Atenas. Cantero señaló el camino con 17 puntos (3/7 en el segundo tiempo), Kante (20 tantos y 9 rebotes) dañó cada vez que recibió cerca del aro, JP Figueroa siempre buscó la mejor opción y “Pantera” Ferrini aportó su voluntad. No le alcanzó, pero seguramente el golpe le servirá a los verdes para ir duro de la cabeza a Paraná a revertir la serie.
• 3 derrotas sufrió Atenas de local en la presente temporada.
ATENAS 84 / 93 SIONISTA
• Cancha: Polideportivo Cerutti.
• Parciales: 1°) 21-21, 2°) 37-47, 3°) 56-77.
• Arbitros: Pablo Estévez-Fernando Sampietro-Oscar Britez.
• Público: 3700.
• Figura: Clarence Robinson-Javier Martínez.
El Poli colmado
Hubo 3.200 personas en el Cerutti. Lábaque quedó chocho y, si hay final, en el Orfeo.
“Correte un poquito más para allá, ¿sí?”. Aún no arrancó el segundo juego entre Atenas y Sionista y ya hay codos que vienen y van. ¿En la cancha? No, en el sector asignado a la prensa. Es que, en las finales, les empieza a picar el bichito verde al cordobés fanático del Griego. Y los dirigentes no dan abasto con los pedidos de los familiares y amigos. El hincha invade todos los sectores.
Anoche, hubo unas 3.200 personas en el Cerutti. Y el presidente Felipe Lábaque tuvo que hacer memoria para recordar un marco parecido en semifinales. “La verdad que se me hace difícil. Nunca vi tanta gente en esta instancia. ¿Si esto me ilusiona si llegamos a las finales para jugar en el Orfeo? Seguro, pero al Orfeo ya lo tengo abrochado desde hace rato y estoy seguro que la gente nos va acompañar igual que ante Sionista”, dijo Felo. “Le tengo fe a este equipo. Bien completo, Atenas dará que hablar. Pero ojo con Sionista, juegan bien estos muchachos”, agregó Lábaque.
Hay clima. Arranca el juego y ya es imposible escuchar el pitazo de los árbitros. La clásica cachetada a las chapas y las palmas tapan a los fanáticos de Sionista. “Acá cantamos más que de local. El viernes vino un colectivo desde Paraná. Hoy (por anoche) somos menos”, dijo Germán, un hincha visitante que estudia en Córdoba.
Corrían los minutos y en cada cuarto ya se respiraba clima de final. El público lo vivió como se merecía. Cada jugada parecía la última.
Acompañaron a Figueroa con la mirada mientras el base conducía a Atenas y le exigían cada foul a los árbitros. No había momento para relajarse. Ni siquiera en el entretiempo. La sensación de que Atenas empezó a jugarse gran parte del título sobrevoló en el Poli. “La gente es así. Le gusta la cosa cuando empieza haber sangre. Igual, la cancha podría estar más llena”, se quejó uno de los dirigentes que se comía el codo ante cada avance del visitante, bien pegadito a Lábaque y compañía.
Más allá de la derrota, la gente despidió al equipo con aplausos. La fe no se pierde. Y, muchos de ellos, aseguraron que acompañarán al Verde en Paraná. La gente sueña con el Orfeo. Pide otra final.
Martínez: A cerrar la serie
Después de la derrota, los jugadores de Atenas miraban el piso resignados. Se les dio vuelta la localía ya que perdieron un inesperado partido en Córdoba. Los del Huevo Sánchez encararon el vestuario pensando en que será difícil ganarle a Sionista, en Paraná, pero no imposible.
La alegría se trasladó al vestuario visitante. Javier Martínez, el jugador paraguayo de Sionista, fue el único que expresó su opinión después de ganar un gran partido en Córdoba. “Sacamos una diferencia importante, nos vamos contentos y ahora queremos cerrar la serie en Paraná. Hay que tener cuidado porque Atenas va ir herido a querer buscar un juego allá. Por ahí podríamos encontrarnos 2-0 en este momento, pero jugamos mal en el tercer cuarto del primer partido y eso nos costó. No está definida la serie”, dijo.
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