Quizas la figura histórica más importante del básquetbol de Atenas y del Basquet Argentino. El mérito de Pedro Bustos: haber sido doble campeón mundial.Bustos nació en La Rioja el 10 de noviembre de 1927. Debutó en la primera del Club Atlético Colegial cuando tenía 15 años.
Participó en tres Campeonatos Argentinos con la Selección de su provincia: Catamarca 1944 (terminó jugando lo que entonces se llamaba torneo “Estímulo”), La Rioja 1949 (cuarto) y Viedma 1953 (quinto).
En 1948 se fue a Córdoba a estudiar Derecho y pasó a Atenas.
“Algunos jugadores riojanos habían dado referencias mías. La misma noche que llegué me fueron a buscar los dirigentes de Atenas y a los dos días ya había firmado para el club”, cuenta la anécdota.
En Córdoba, en consecuencia, se radicó en forma definitiva. Estudiaba, jugaba y -además- trabajaba.
En la futura institución de leyenda de nuestra Liga Nacional integró un famoso trío con Jorge Martínez y Alejandro Romero que pasó a la historia con el apodo de “Los Diamantes Negros”.
“Con una mirada ya nos entendíamos…”, recordó afectuosamente al terceto que se distinguió por cultivar la amistad entre ellos y ser cultores del juego rápido.
Javier Alberto Chacón fue quien tuvo la gentileza de hilvanar estos apuntes y Bustos le precisó que jugó en Atenas hasta 1956 y ganó ocho Campeonatos Oficiales de la Asociación Cordobesa en Primera División: 1948, 1949, 1950, 1951, 1952 1954, 1955 y 1956.
Central Córdoba, con Alberto Andrizzi, cortó la racha en 1953, único año en que Pedro Bustos no fue campeón de Córdoba como jugador.
También le indicó a Javier que en Atenas jugó en todos los puestos y que en las Selecciones Argentina y Universitaria era base.
La página oficial de la Asociación Deportiva Atenas (www.atenas.com.ar), refiriéndose al período anterior a la Liga Nacional, resalta que “quizás la figura histórica más importante del básquetbol del club sea Pedro Bustos”.
Cuando el Campeonato Argentino se efectuó en Córdoba en 1954, integró la representación local y fue campeón junto a Alberto Andrizzi, Jorge Martínez, Erio Cassettai y Alcides Caula, entre otros.
Jugó 5 de los 7 partidos, todos fueron ganados, y convirtió 28 puntos en total. Pedro estaba considerado como el “jugador más técnico” del plantel.
Uno de aquellos campeones argentinos de Córdoba, el sanfrancisqueño Erio Cassetai, fue llevando un paciente y meticuloso album de su carrera deportiva. Recopilaba y escribía. Con este párrafo concluyó su vivencia de la inolvidable conquista:
“Para nombrar a los jugadores tendría que dar rienda suelta a la máquina y empezar uno por uno, pero sólo deseo decir: nuestro ídolo, nuestro maestro, fue don Pedro Bustos, sencillamente Pedrito. Fue sensacional. Yo lo comparo con un poeta, con un pintor, o sea al hombre que con su sabiduría llena todo un cuadro. El con su capacidad llenaba toda una cancha”.
En 1956 dejó de jugar cuando todavía no había cumplido los 30 años. Fue otra víctima de la siniestra decisión que inhabilitó de por vida a nuestros campeones mundiales por ser considerados profesionales.
Al siguiente fue el entrenador de Atenas y volvió a consagrarse campeón en 1957. Durante veintiocho años, entre 1954 y 1982, Pedro se dedicó a la dirección técnica. Estuvo en Noar Sioni, Atenas, Redes Cordobesas, Unión Eléctrica y Ricardo Güiraldes. También fue dirigente en el Tribunal de Honor de la Asociación Cordobesa.
Es padre de tres hijos: Néstor Guillermo, Pedro Rubén y Fernando David. Los tres fueron basquetbolistas y pasaron por Unión Eléctrica. El del medio, llamado “Pecos” como apodo, llegó a jugar por Córdoba el Campeonato Argentino en tres ocasiones: Rosario 1980, Neuquén 1981 (2°) y La Pampa 1982.
También lo hizo en la Liga Nacional con Asociación Española de Córdoba: 28 partidos en la primera edición de 1985.
“Cuando jugaba en divisiones inferiores, Pecos asombraba a todo el mundo porque tenía una habilidad tremenda…”, recuerda todavía hoy Marcelo Milanesio.
Que los tres hayan jugado en Unión Eléctrica, no fue casualidad. Durante tres décadas Pedro fue el intendente deportivo del club del barrio cordobés de Villa Revol Anexo y como tal se jubiló.
Los retoños. Había “savia” con mucho básquetbol nutriendo al viejo tronco. Y dos escarapelas brillando: campeón mundial en 1950 y 1953.
Jorge Hugo Canavesi, el director técnico de ambas conquistas mundiales dice del riojano: “El Negro era un provinciano puro. Ocurrente, chistoso, con un buen humor en todos los ratos. ‘Asustado’ y preocupado por su rendimiento, pero muy plástico, muy dúctil, en los trabajos de coordinación. La otra angustia del Negro era su poco peso, vivía martirizado por su estado físico. Cargador, ‘mete púas’…”
Su condición de bromista, seguramente, hizo que algunos muchachos “se la tuvieran jurada” en busca de una vendetta en la concentración de River Plate de 1950. Esta anécdota la publicó el diario porteño “La Razón”: “Dormían en una habitación en común y apenas se apagaban las luces, una lluvia de zapatillas caía sobre la cama de Bustos. Este, cansado de soportar bromas, se quejó a Canavesi, quien le contestó: ‘Si le vuelven a tirar, agárrelas y se las corta…’
Esa noche Bustos se fue a dormir con una tijera y cuando el primer par de zapatillas voló por el aire y lo golpearon, las levantó y las cortó. Creyendo que con eso terminarían sus penurias, se acostó nuevamente. Al otro día, cuando se levantó, comprobó con resignación que las zapatillas eran las suyas…”
Para el Mundial estaba por cumplir 23 años. Medía 1,83 m. Jugó con el número 3 en 5 de los 6 encuentros en que salió a la cancha. Convirtió 8 puntos. Fue el segundo campeón mundial proveniente del deporte de Córdoba que se consagró luego de que el tirador Federico Gruben lograra el título en 1949.
En 1951 volvió a integrar la Selección Nacional en los primeros Juegos Panamericanos. Se realizaron en Buenos Aires y Argentina alcanzó la medalla de plata detrás de los norteamericanos. La campaña registró cinco victorias y una derrota. Una operación de apendicitis lo dejó afuera de los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952.
"Casaca Nº 3", el documental de Don Pedro
Este martes se estrenó el documental "Casaca Nº 3" en el Cineclub Municipal Hugo Del Carril (Bulevar San Juan 49).
Pedro Bustos, ayer en la presentacion de su documental "Casaca Nº 3"
El documental repasa la vida de este deportista amateur que con esfuerzo y pasión logró ser uno de los máximos exponentes del básquetbol argentino.
Su historia transcurre en un contexto político-social muy particular y con un desenlace inesperado.
“Don Pedro”, nacido en La Rioja pero cordobés por adopción, es integrante del único equipo nacional de básquet que ganó un título mundial y se cumplen 59 años de dicho logro.
El documental cuenta con testimonios de compañeros de aquel seleccionado, así como del DT y a su presentación asistirá el propio protagonista de la noche.
El 1º Mundial
Comenzó a jugarse el 1º Campeonato Mundial de basquet de la historia el 22 de octubre de 1950, en la Argentina, la sede… el estadio Luna Park de Buenos Aires, Se denomino exactamente, ‘1er. Campeonato Mundial de Basketball Libertador General San Martín’, pues justamente se conmemoraba el año del centenario de su fallecimiento.
-Participaron diez países: Estados Unidos, Chile, Egipto, Francia, Yugoslavia, España, Brasil, Ecuador, Perú y Argentina.El seleccionado nacional, dirigido por los profesores Jorge Canavesi y Casimiro González Trilla.
-Se entrenaron durante seis meses y los últimos sesenta días estuvieron concentrados en Ríver.
1º Juego.
-Triunfo ante Francia por 56 a 40
2º Juego.
-Venció ajustadamente a Brasil 40 a 35
3º Juego.
-Le gano a Chile por 62 a 41
4º Juego.
-Nuevamente triunfo frente a Francia por 66 a 41
5º Juego.
-Victoria a Egipto por un contundente 68 a 33.
6º Juego.
- Final del certamen el 3 de Noviembre el adebversario nada má ni nada menos que los Estados Unidos.
-El Luna con más de 20.000 personas.
Argentina ganó el primer tiempo por 10, 34-24.
En el segundo tiempo los Estados Unidos se acercaron, aprovechando su altura (tenían 4 jugadores por encima del 1.95), hasta ponerse a 3, 40-37.
Canavesi mandó entonces a la cancha al jugador más revulsivo que tenía en el banco, el rosarino Hugo Del Vecchio, con su ingreso, la Argentina liquidó el partido en la mitad del segundo tiempo.
Del Vecchio anotó 14 puntos y se acabaron los sufrimientos hasta el cierre, que fue 64-50.
Inmediatamente terminado el partido los jugadores se subieron lo más rápido posible al colectivo para volver a River, y mientras subían por la calle Corrientes, la gente comenzó a salir de los bares, los teatros y las confiterías para saludar al paso a los campeones.
Algunos alzaban sus copas en su honor, mientras que miles decidieron prender fuego los diarios de la tarde, a manera de antorchas, para demostrar su gratitud.
Esa jornada del 3 de noviembre de 1950, la de la consagración, es recordada como la “Noche de las Antorchas”, porque los 20 mil aficionados que colmaron el Luna Park salieron a recorrer la avenida Corrientes portando en sus manos esos elementos encendidos, al grito de “Argentina campeón”, como una señal de festejo por la épica conquista.
Estos fueron los doce héroes que consumaron la mayor hazaña del básquetbol argentino en la historia: Oscar Furlong, Raúl Pérez Varela, Ricardo González, Juan Carlos Uder, Rubén Menini, Omar Monza, Pedro Bustos, Alberto López, Roberto Viau, Leopoldo Contarbio, Hugo del Vecchio y Vito Liva (estos cuatro últimos ya desaparecidos). Como entrenador se desempeñó Jorge Canavesi, el ayudante fue el fallecido maestro Casimiro González Trilla y el preparador físico, Jorge Borau.